miércoles, 29 de enero de 2014






 

 

 

Los documentos secretos de Edward Snowden


La historia detrás de lo que podría ser la filtración más importante en un organismo de inteligencia desde hace una generación. 
El 20 de mayo, Edward Snowden se despidió de su novia en Hawaii sin decir a dónde iba ni por qué. Un joven de 29 años que trabajaba en las dependencias de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en la isla, llevaba en sus maletas una serie de documentos secretos que pondrían al gobierno del país más poderoso del mundo a dar explicaciones. Partió hacia Hong Kong y se hospedó en un hotel. Contactó a periodistas cuyo trabajo admiraba, les propuso una noticia y esperó. 
Los periodistas eran Glenn Greenwald y Laura Poitras. La noticia, que el Gobierno de Estados Unidos vigila las comunicaciones de millones de sus ciudadanos. Acudieron a su cita en Hong Kong sin saber, al principio, qué pensar. El joven de lentes que encontraron en un hotel con un cubo de Rubik en mano tenía años de experiencia como operador de la Agencia de Inteligencia Central (CIA) en Ginebra y Suiza, además de su trabajo como consultor de la NSA. Encontrar una fuente confiable con una exclusiva de esa magnitud era improbable, y suponía un riesgo publicarla. Lo investigaron a fondo. El mundo tenía derecho a saber.
Al principio las filtraciones se publicaron de forma anónima. La primera nota, publicada en el diario The Guardian, fue que la compañía telefónica Verizon le entregó a la NSA el registro de decenas de millones de llamadas de sus clientes. Esta orden judicial del gobierno de Estados Unidos emitida sin tener en cuenta si los autores de las llamadas habían cometido algún delito. La publicación levantó algún debate, pero se supuso que era un caso aislado.
La siguiente filtración causó más revuelo. Uno de los documentos que llevaba Snowden en su maleta era una presentación Power Point que explicaba cómo la NSA y el FBI tienen acceso a los servidores de las principales empresas de Internet (Microsoft, Google, Apple, Facebook) del país. The Guardian, y luego The Washington Post, desvelaron la existencia de este programa secreto de vigilancia, llamado PRISM. Esto significa que el Gobierno de Estados Unidos puede acceder a cuentas de correo electrónico, chats, fotografías, vídeos, audios, documentos e incluso datos de tarjetas de crédito. “La NSA ha construido una infraestructura que le permite interceptar prácticamente cualquier tipo de comunicación”, explicó Snowden a The Guardian. “Con estas técnicas la mayoría de comunicaciones humanas se almacenan sin un objetivo determinado”. 
La respuesta de Barack Obama no se hizo esperar. Los programas de vigilancia desvelados en The Guardian son reales, admitió. Pero explicó que los programas de vigilancia cumplen con los parámetros de la ley. Que no han puesto en peligro la privacidad de ciudadanos estadounidenses. Que los registros telefónicos no incluyen el contenido de las conversaciones. Que los contenidos de correos electrónicos sólo se recopilan entre extranjeros. Que han prevenido muchos ataques terroristas. Porque “No se puede tener un 100% de seguridad y un 100% de seguridad”. 
Cuando el ex técnico reveló voluntariamente que él era la fuente de las filtraciones, la empresa Booz Allen, contratista de la NSA, lo despidió por violar la política y el código de ética de la compañía. Al salir de Hawaii, el joven tenía sólo tres meses de trabajar en sus instalaciones de la isla, ganando unos US$122 mil (The Guardian asegura que son US$200 mil) anuales. Había pedido un falso permiso médico para “someterse a un tratamiento por epilepsia”. Su huida a Hong Kong para revelar el espionaje de llamadas telefónicas y comunicaciones por Internet le costó el trabajo. Además, el gobierno de Estados Unidos comenzó el proceso para acusarle de graves cargos de violación de secretos de estado. 
Snowden no cree haber hecho nada malo. Al contrario, defiende sus acciones en una entrevista publicada en The Guardian: “Si, por ejemplo, yo quiero ver tus correos electrónicos o el teléfono de tu mujer, solo tengo que utilizar métodos de interceptación, que me permiten obtener correos, contraseñas, historiales de teléfono, datos de tarjetas de crédito. No quiero vivir en una sociedad que hace ese tipo de cosas... No quiero vivir en un mundo en el que se graba todo lo digo y lo que hago. Es algo que no estoy dispuesto a defender ni con lo que quiera vivir”.
“Uno ve cosas inquietantes”, dice. “Ve todo y se da cuenta de que algunas de esas cosas son excesivas. Y poco apoco se vuelve consciente de que estamos haciendo mal… En 2008 mucha gente votó por Obama. Yo, no. Yo voté por un tercer partido. Pero me creí las promesas de Obama. Iba a revelarlo todo [pero esperé]. Está claro que ha continuado las políticas de su predecesor”.
Más de la mitad de los estadounidenses encuestados por el Centro de Investigaciones Pew aprueban el programa de vigilancia de la NSA. Según The Washington Post, un 56% considera aceptable el acceso a los registros de las llamadas telefónicas de millones de ciudadanos. Un 45% opina incluso que el gobierno debe ir más allá. Si esto previene ataques terroristas, el Gobierno debe ser capaz de controlar toda la actividad en Internet. Incluso si esto compromete la privacidad personal. 
Muchos tildan sus acciones de alta traición, como el ex vicepresidente Dick Cheney, la influyente senadora demócrata Dianne Feinstein (quien exigió que sea procesado), o el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boenner (quien dijo simplemente “Snowden es un traidor”). Incluso el presidente de Rusia, Vladímir Putin, opinó al respecto, y aseguró que escuchar conversaciones “es normal”. Otros muchos se han pronunciado en su favor, desde Julian Assange (quien lo calificó de héroe y le recomendó que busque asilo en algún país latinoamericano) hasta el director de cine Oliver Stone (quien opinó que el caso suponía una gran oportunidad para demostrar la “hipocresía” de Estados Unidos).
Facebook, que cuenta con unos 1,000 millones de usuarios alrededor del mundo, ya difundió en un comunicado que el año pasado recibió alrededor de 10 mil peticiones de información acerca de cuentas de usuarios por parte del Gobierno estadounidense. El abogado de la red social aclaró que han sido cuidadosos con la información que entregan a las autoridades, y que frecuentemente rechazan sus peticiones o le piden moderarlas. Microsoft recibió entre 6 y 7 mil peticiones similares. Apple reveló recientemente que ha recibido órdenes de proporcionar datos acerca de unas 5,000 personas que utilizan aparatos de esta marca, para investigaciones sobre delitos comunes, robos, y hasta para localizar a personas con Alzheimer. 
El martes de esta semana, Barack Obama insistió en que los programas de vigilancia de la NSA son legales y transparentes. El diario El País lo cita explicando que "hay una gran diferencia entre {las actividades de inteligencia habituales} y que un hacker directamente conectado con el gobierno chino o el ejército chino irrumpa en los sistemas de Apple para ver si puede conseguir los diseños de su último producto… Eso es robo".
Rechazó la imagen de un "gran hermano" que revisa los correos electrónicos y las llamadas, citando a George Orwell en su novela “1984” . Mientras, analistas han recomendado a personas con inquietudes de privacidad que cierren sus cuentas de correo, redes sociales y utilicen teléfonos no inteligentes para permanecer fuera del radar. Según la agencia de noticias AFP, las ventas de 1984 se han disparado un 7000% en Amazon. Y Edward Snowden ha prometido revelar más detalles sobre la forma en que la NSA logra acceso directo a los datos personales en internet: “El gobierno de Estados Unidos no va a poder encubrir esto”. 

Pregunta de debate: ¿Traidor o héroe? Comparta su opinión acerca de Edward Snowden, el responsable de la filtración secreta de las comunicaciones telefónicas y digitales de usuarios de Internet.

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